Después de gastar los dineros en nuestro nuevo televisor, esperamos que, una vez que esté colocado en la pared del salón, brinde la mejor imagen que prometen las especificaciones y su tecnología de última generación. Sin embargo, en muchas ocasiones, nuestra experiencia no es perfecta.
Antes de que puedas disfrutar plenamente de tu nueva pantalla, deberás calibrar la imagen con la modificación de algunos de sus parámetros. ¿Qué debo hacer? ¿Debo contratar los servicios de un profesional? En general, este es un proceso que podemos hacer nosotros mismos, con unos sencillos pasos que comentamos a continuación.
La mayoría de los televisores del mercado traen configuraciones muy coloridas para captar nuestra atención, ya que la mayoría de usuarios asume que más color es mejor, pero una buena imagen es aquella que está cerca de verse como en la realidad.
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¿Qué es la calibración del televisor?
Para que un dispositivo de visualización (por ejemplo: un televisor, un monitor de ordenador, proyector, etc.) se vea lo mejor posible cuando se instala en casa, debe calibrarse. Es decir, tendremos que ajustar algunos de sus parámetros de configuración para adaptarnos al máximo a los estándares del creador del contenido y, lo más importante, a nuestra situación concreta de visionado (la iluminación, la posición de la TV en la habitación, la ángulo de visión, nuestra distancia, etc.), ya que esto último afecta significativamente a la calidad de imagen percibida y no puede ser ajustado desde la fuente por los fabricantes.
La calibración se realiza básicamente cambiando algunos parámetros predeterminados como el brillo, el contraste o la gama de colores, y eligiendo el modo de visualización más adecuado que proporciona el dispositivo para cada entorno y situación específica.
Según muchos usuarios, lo mejor es dejar todo como viene de fábrica y usar los modos de visualización preestablecidos, otros prefieren calibrar con software y hardware o recurriendo a profesionales.
La opinión más extendida es que, por lo general, para la mayoría de usuarios domésticos será suficiente con que hagamos la calibración nosotros mismos, guiándonos por imágenes patrón y cartas de ajuste siguiendo unas sencillas instrucciones.
Calibrar la imagen de un televisor de forma sencilla
Selecciona el material de referencia
Usar fotografías pueden ser una referencia ideal para calibrar imagen del televisor. Asegúrate de descargar y ajustar el tamaño de fotos de aspecto natural de algún paisaje que incluya un montón de colores y sombras. Incluye también algunas fotos de primeros planos macro que muestren detalles extremos u imágenes que tengan sombras.
Una vez que tengas las imágenes ideales seleccionadas, modifícalas en el ordenador para conseguir fotos del tamaño de la resolución de tu televisor. Si es un TV HD será 1920 × 1080 o 4096 × 2160 si es una tele 4K. La imagen original debe ser más grande que la resolución del propio televisor para que no tengas que ampliar la imagen y perder detalles.
Ajusta la temperatura de color
El primer paso en el proceso para calibrar la imagen, es el ajuste de la temperatura de color, que se describen como cálidos o fríos. Si aprecias un aspecto anaranjado amarillento se trata de un ajuste demasiado cálido, mientras que uno azulado es frío.
Cualquiera de los dos extremos es malo, necesitamos algo que se ubique justo en el medio. Al ver la foto que seleccionamos de referencia, debe iluminarse naturalmente sin ningún efecto o alteración. Hacer la elección correcta te ayudará a disfrutar de las plataformas para ver películas de la mejor forma.
Ajusta los niveles de cada color RGB
La calibración del color es una parte complicada del proceso. Dependiendo de las características de tu televisor, es posible que veas configuraciones adicionales. Sube las imágenes de referencia y presta mucha atención para ver si hay algún color que esté demasiado resaltado.
Por ejemplo, su la hierba de un campo de fútbol es más verde de lo que debería ser, reduce el nivel de verde unas pocas unidades. Tenga en cuenta que hay controles separados para cada color. Cada cambio que realices puede descompensar algunos de los otros colores.
Los monitores de ordenador también requieren este tipo de calibración, especialmente si está utilizando un monitor de juegos.
Ajuste del brillo
Utiliza fotos con muchas sombras y luces nítidas para mejorar el brillo. Una pantalla bien iluminada puede ser muy brillante, pero también oscurece las sombras sin perder los detalles. Calibrar una imagen requiere ajustar los niveles de brillo y contraste para crear el equilibrio perfecto.
Ajustar el nivel de nitidez
Cuando trabajas para calibrar imagen, la mayoría de los detalles se pueden ajustar usando los controles de nitidez. La mayoría de los televisores tienen un 50 por ciento como configuración de nitidez predeterminada, y este debe ser el valor inicial del parámetro. Ajusta la nitidez en 50 y comprueba si las imágenes todavía se observan demasiado nítidas.
La configuración ideal de la nitidez es aquella en la que los detalles de la imagen no se ven borrosos, pero al mismo tiempo no se ven irregulares por tener un exceso de nitidez.
Guardar la configuración
Una vez terminados todos los cambios necesarios para calibrar la imagen, guarda los valores que has modificado y reinicia tu televisor si fuera necesario.
Estos ajustes normalmente se asignan a una fuente de entrada, pero algunos televisores te permiten aplicar la misma configuración a todas las entradas.
Otras opciones para calibrar la imagen de un televisor
Tenemos múltiples opciones para calibrar nuestro televisor, entre las que se encuentran las que requieren de sondas y hardware, software para ordenadores y/o móviles, discos de calibrado y, por supuesto, múltiples patrones y recursos online.
Además, una de las tendencias que está cobrando fuerza en los últimos años pasa por introducir este proceso de calibración en el propio televisor. Actualmente, algunos televisores de gama alta de LG y Panasonic que han comenzado a incluir un generador de patrones para facilitar su calibración, aunque deberemos comprar otros elementos aparte como una sonda.
La sonda es, probablemente, la opción que mejores resultados nos dará, ya que podremos detectar con precisión la cantidad de luz emitida por el televisor, los niveles de contraste, saturación de los colores, etc. Sin embargo implica un desembolso económico que no suele ser barato.
La siguiente opción y quizá la más inmediata pasa por utilizar Internet y sus múltiples recursos gratuitos. Por ejemplo, hay webs específicas que simulan software especial con el que realizar la calibración y también tenemos multitud de vídeos disponibles en YouTube con patrones básicos para realizar la calibración.
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